Puesta de sol dorada en las Montañas Rocosas

La piedra laja, una piedra plana que se emplea habitualmente para losas, pasarelas, patios y vallas, tiene aplicaciones versátiles en construcciones como monumentos, lápidas y fachadas. El término “laja” tiene su origen en el inglés medio, donde “flagge” hacía referencia al césped, posiblemente influenciado por el término nórdico antiguo “flaga”, que denotaba una losa o una astilla.

Esta roca sedimentaria se divide de forma natural en capas a lo largo de los planos de estratificación, manifestándose típicamente como una forma de arenisca rica en feldespato y cuarzo, caracterizada por un tamaño de grano arenoso. El material aglutinante de las losas comúnmente comprende sílice, calcita u óxido de hierro, y el color de la roca deriva de estos elementos cementantes. Si bien el rojo, el azul y el beige son los colores típicos de las losas, también existen tonos exóticos.

Las canteras de losas suelen encontrarse en regiones con rocas sedimentarias estratificadas que presentan planos de estratificación fisibles. Algunos ejemplos son la losa de Arizona y la piedra azul de Pensilvania. En aplicaciones contemporáneas, la losa sigue siendo una opción popular para pisos, y adorna espacios tanto exteriores como interiores, como vestíbulos, piscinas, terrazas, caminos y diversos entornos innovadores.